Heraclito decía que todo fluye, nunca nos bañamos dos veces en la misma agua de un rio. A menudo he intuido que el pensamiento también fluye constatemente, en un momento sentimos percibimos lo que nos rodea de una forma, nos hacemos unos proyectos determinados, y sólo unos instantes depués tenemos percepciones diferentes sobre las mismas cosas, personas, hechos, diferentes proyectos, como si comtemplaramos la vida desde diferente prisma, y en realidad somos los mismos. Debe ser por esa razón que mi proyecto inicial de escribir cada semana, de ir colgando microrrelatos, ha quedado atrás, lo siento muy lejano, y últimamente se me ha ocurrido escribir algo sobre mis lectuas actuales.
Me encantan los clásicos, y sobre todo aquellos escritores que penetran en la esencia de las almas, de lo que les rodea. Pienso que en realidad el hombre es el mismo ahora en esencia, visto desde una perpectiva cientifica, y quizá metafisica (peco de pedante al meterme en temas tan escabrosos, es sólo una opinión )que hace siglos o milenios, pues lo que le mueve son sus instintos de dominación, de destrucción, sexuales. En el fondo el hombre de hoy quiere lo mismo que el hombre de hace tres mil años: ser admirado, envidiado, sobre salir, tener mas dinero que otros, mejores cosas materiales, ganar a los otros si es politico en las elecciones, si es cientifico creando mejores teorias que el compañero, si es obrero teniendo mejor coche que otro de su condición, y etc... Muy pocos seres tienen la personalidad propia, la inteligencia como para pensar por si mismos, no sólo ahora sino a lo largo de todos los tiempos... Tristemente en otras épocas hubo grandes genios que dejaron grandes legados a la humanidad, ahora escasean, porque los escritores, cientificos, filósofos de hoy, quieren ganar mas dinero, sobresalir sobre sus compatriotas, eso primeramente antes que la búsqueda de la verdad y del bien común. No existe un Sócrates que dé su vida por sus ideas por amor a la humanidad...
¡ Qué tranquila me he quedado después de soltar este rollo! Ahora al grano, voy hablar sobre un autor que me gusta, Daudet, y que tengo entre manos ultimamente con una obra titulada "El NabaB".
El primer encuentro que tuve con Daudet, fue con su obra "Safo". Trata sobre un hombre joven,sensible,solitario, que se apasiona con una mantenida. Sus luchas internas permanentes pues la ve ordinaria, vulgar, detesta su forma de ser, pero por otra parte no puede huir de ella por los ratos de placer que le procura en un mundo hostil y solitario. Aparece todo un abanico de personajes, probablemente reales, que viven una vida superficial y viciosa. Pensé que sin duda ahí se narraban vivencias propias y no me equivoqué indagaciones posteriores sobre su biografia me lo han confirmado. Son temas eternos de toda época y cultura, expresados con una desnudez de alma y una calidad literaria, que me hicieron querer leer más de este autor. Desgraciadamente sólo encontré Tartarín de tarascón,en literatura juvenil e infantil, algún relato breve, y Cartas desde mi Molino, coleccíon de relatos breves, que aún no he terminado de leer, porque hace menos de un mes cayó en mis manos "El Nabab" y aún lo estoy leyendo. Desfilan personajes que se pueden comparar con personas conocidas y situaciones en las que o hemos vivido parecidas o las hemos observado.
Era Daudet un espíritu observador un cientifico del alma y es una gozada siempre leerlo. Tristemente me temo que además de las obras consignadas no hay mucho mas traducidas, yo leí en francés "le petit chose" de corte autobiográfico y aparece otro personaje como Safo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario